martes, 27 de septiembre de 2011

La Musa



Dicen las grandes periodistas de moda, nacionales e internacionales, que Raf Simons se ha inspirado en salones de belleza, en la alta costura, en la cerámica de Picasso o en el modernismo de mediados de siglo para crear la maravillosa colección de Jil Sander s/s 2012.
Yo considero que todo esto es secundario, que el espíritu que habita toda la colección es Fabiola de Mora y Aragón, reina de Bélgica y exreina de los Belgas, pues tal es el título del monarca reinante en el país.






Ya era hora de que se le hiciera justicia y se rindiera tributo al legado estilístico de esta excepcional mujer.
Por supuesto ha tenido que ser un súbdito suyo quien lo hiciera, pues Raf Simons junto con los Seis de Amberes, aún sin ellos saberlo, que lo sabrán digo yo, son los dignos continuadores de su herencia.






Me di cuenta en primer lugar por el peinado de las modelos, que obviamente es una revisión actualizada del de Fabiola, con el que por cierto, y según el periódico ABC que en cosas de realeza es evangelio, lleva más de cincuenta años.
Tras una primera mirada y ya diseccionando la colección uno se da cuenta de que la huella de la reina es omnipresente en cada una de las salidas.






Empezando por un recuerdo al pasado de enfermera de Fabiola antes de desposarse con Balduino, en el Hospital Gómez Ulla de Madrid, con el aséptico blanco de las primeras propuestas y continuando con el gusto por los estampados discretos, los colores puros, la sobriedad de formas, los accesorios netos y geométricos, los tocados blandos, la imprescindible pincelada negra y el refinamiento que impregna toda la colección.













Y como no podía ser menos el desfile termina con un merecido homenaje al vestido de boda de la reina creado por Balenciaga, que ya había confeccionado su vestido de puesta de largo, y es que se dice que fue la madre de Fabiola, la marquesa de Casa Riera, quien descubrió al joven Balenciaga en Guetaria, ellos veraneaban en la cercana Zarauz, convirtiéndolo en modista suyo y de sus hijas y apoyándolo en San Sebastián y Madrid, donde lo pone en contacto con la alta sociedad que más tarde le ayudaría a trasladarse a París cuando estalla la Guerra Civil.
Hoy en día el Museo Balenciaga se alza donde antes estuvo el Palacio de Adalmar, casa de verano de los abuelos de Fabiola



Como veis Fabiola de Bélgica ha sido discreta protagonista en algún momento clave de la historia de la Moda,
so...

Blog save Fabiola!


viernes, 23 de septiembre de 2011

Automoción


Miuccia ha hablado de nuevo y ha tenido buenas críticas.
A primera vista la colección en general no me ha gustado, y ya me cuesta reconocerlo, ya, porque soy miuccista hasta la médula, pero la veré tantas veces en la red, en las revistas, en una bonita campaña publicitaria y leeré tantas opiniones de personas entregadas que acabaré por aceptarla, por pura familiaridad, como si lo viera...
Pero no me ha dejado indiferente y cual madalena de Proust, pero con ruedas, me ha hecho viajar en el tiempo y de nuevo me encontraba en mi infancia en el salón de mis padres viendo en la tele "Los autos locos", "Wacky Races" en inglés, dibujos animados de Hanna-Barbera inspirada en la película "La carrera del siglo", con todos aquellos curiosos personajes y sus intrépidas carreras





Esta colección me parece más propia de MiuMiu que de Prada, incluso la veo como la segunda parte de la colección de MiuMiu primavera verano 2011 con todas aquellas cazadoras de piel con grandes estrellas de colores que estaba impregnada del espíritu de Hollywood según la creadora.
Y ¿por qué? Porque encuentro que la segunda línea de Prada suele ser más juvenil, más alocada, más experimental y en la que Miuccia se permite incluso ser kitsch a su manera, y esta colección cumple estas premisas.





El patronaje, la forma, son de lo más simple, lo cual es frecuente en la casa, asunto que por otra parte y en numerosas ocasiones es de admirar pues la Sra. Prada no necesita de la ingeniería sartorial para sorprender y bien hacer, ella con un concepto hace maravillas, pero aquí la interpretación del concepto, "mujeres y coches", no me cautiva.
Alaba la papisa Menkes el contraste entre lo blando y lo duro, a mí precisamente es uno de los factores que no me han gustado (qué atrevido!), la mezcla entre la rigidez de las chaquetas y abrigos con la fluidez de faldas y vestidos no me ha resultado nada atractiva.





Las faldas y vestidos son los protagonistas, muchos de ellos plisados lo que otorga un gran movimiento a los livianos tejidos con los que están confeccionados, salvo alguna propuesta en piel.
También abundan las faldas lápiz, que terminan por encima de la rodilla, alguna en satén y varias en un minucioso guipur a juego con chaquetas y abrigos de verano.
La paleta de color tampoco me resulta atrayente: abundan colores desvaídos: amarillo, rosa, azul cielo y otros más intensos como el verde oscuro o el berenjena.



Lo mejor de la colección son los estampados, que resultan frescos y divertidos, y sobre todo los complementos, especialmente los zapatos donde la automoción se enriquece con la aerodinámica.









lunes, 19 de septiembre de 2011

Polly Jean



Hace unos días Polly Jean Harvey se alzaba en Londres con el segundo Mercury Music Prize de su carrera, uno de los pocos premios musicales que conservan su prestigio, convirtiéndose así en la única artista poseedora de dos premios Mercury.


Y me alegré porque me gusta esta chica de apariencia frágil y su música que se mueve entre el rock guitarrero y la música electrónica, pasando por el garaje o el folk.


Y me gusta su aspecto de niña precoz y procaz, que se confiesa en sus canciones hablando de sexo, deseo, religión y guerras.



Polly Jean no necesita disfrazarse para subir al escenario porque el plato fuerte es su música, aún así me encanta su estilo plagado de tops palabra de honor y de camisetas, de descarados escotes, de minifaldas y de micropantalones y me gusta ese aire de haberse puesto lo primero que ha sacado del armario pero que el azar hace que sea perfecto para ese momento.



Me gustan sus cejas espesas y su gran boca roja, digna heredera de Patti Smith y Chrissie Hynde, siempre resulta auténtica, nunca artificiosa.


Ultimamente ha mostrado un flanco victoriano que en ella se hace ingenuo y divertido.
Con este vestido blanco con corsé de cuero de Ann Demeulemeester recogió este año su premio.



Blog save PJ Harvey!


Y para terminar el vídeo de una hermosa canción inspirada en el sicópata asesino Henry Lee, que cantó con el que entonces era su amante, Nick Cave, para el maravilloso disco de este último "Murder Ballads"