viernes, 27 de agosto de 2010

Navegante 3

Cuando el navegante emprende la travesía no sabe a ciencia cierta en qué puerto atará amarras. Y es que hay viajes cuyo destino es el horror, en ocasiones externo y otras veces el que el viajero lleva en su interior.

CHARLIE MARLOW

Marlow se adentra en la selva africana remontando el río Congo siguiendo una misión: encontrar a Kurtz y devolverlo a la civilización. Y comienza su descenso a los infiernos donde hallará la locura y la maldad del hombre, "el corazón de las tinieblas".

Escrito por Joseph Conrad es un estremecedor alegato anticolonialista e inspiró la epopeya lisérgica de Francis Ford Coppola "Apocalypse now", una de mis películas favoritas.


Dibujos © Nan de Bil


lunes, 23 de agosto de 2010

Navegante 2

QUERELLE DE BREST

Otro navegante mítico, éste de aguas turbias. Él es la canalla del mar, los antros del puerto y sus rincones sórdidos donde brillan las miradas lascivas de marineros y estibadores.

Creado por Jean Genet, llevado a la pantalla por Fassbinder e interpretado por el arrebatador Brad Davis, inmediatamente alcanza la categoría de icono gay.
Él es un ladrón, un asesino y un traidor.
Es como el océano: insondable y magnético.

Watanabe viste al Querelle maduro, antes sexy y ahora seductor, que cubre su camiseta de tirantes con un favorecedor tabardo de algodón blanco.

Dibujo (a la Jean Cocteau) © Nan de Bil



lunes, 16 de agosto de 2010

Navegante 1

Tras unos dos meses de digestión del bufé de desfiles primavera-verano 2011 para hombre, y una vez reposado, reconozco que uno de los que mejor regusto me ha dejado es el Junya Watanabe.
Tal vez no aporta nada nuevo pero es una mirada personal y armoniosa sobre el eterno estilo marinero.
Me parece elegante, divertido, esencialmente masculino y sobre todo lo encuentro evocador. Evocador de travesías sin pasaporte ni visados, del Mar de los Sargazos, de escalas en las Antillas, de artes de pesca, de abordajes piratas y de una intensa libertad.
Todos los navegantes míticos que surcan mis fantasías no dudarían en vestirse en Casa Watanabe, por ejemplo:

CORTO MALTÉS

De todos el más hermoso, el enigmático y atractivo personaje de Hugo Pratt.
Él sabe leer los mapas celestes.


Constelación © Nan de Bil


jueves, 12 de agosto de 2010

Siete virtudes para el estío: Diligencia

Lo primero disculparme por mi falta de diligencia para crear esta última entrada de la serie Siete virtudes para el estío, pero como podéis apreciar tenía mucho papel que recortar.
Lo agradable de mi ausencia, además de un merecido (!) descanso, ha sido ver que algun@s me habéis echado de menos, golosinas para mi espíritu, luego... eternamente agradecido.




Con la diligencia se combate la pereza y en su sentido más alto es el esmero y el cuidado en ejecutar algo, con prontitud y eficiencia.



Así los creadores han de ser diligentes y poner en cada creación toda su alma si no quieren que su obra sea una naturaleza muerta. Aunque en estos tiempos prima la prontitud en detrimento del resto de cualidades de esta virtud. Cada vez más, moda es sinónimo de deprisa, deprisa!


Collages (interpretación libre y farragosa) © Nan de Bil


EPÍLOGO
Siete virtudes cardinales, no más.
Y recordad que, como decía Mark Twain, sé virtuoso y te tendrán por excéntrico.
Chispúm.