Las mujeres de tribus indias de Norteamérica como los arapahoe, navajos, bannock o shoshonne, al poco de haber parido ponían a prueba al recién nacido:
lo ponían boca abajo entre un arco y una cesta.
lo ponían boca abajo entre un arco y una cesta.
La mayoría de niños iban hacia el arco y la mayoría de niñas hacia la cesta.
Los niños que preferían la cesta y las niñas que elegían el arco se convertían en Niño-Cesta o Niña-Arco, es decir, en berdajes.
Los niños que preferían la cesta y las niñas que elegían el arco se convertían en Niño-Cesta o Niña-Arco, es decir, en berdajes.
En estas tribus tenían al berdaje por un ser distinto, especial. Se les consideraba portadores de fuerzas espirituales superiores y jamás eran proscritos.
El berdaje que quisiera vestirse de mujer y cuidar de los niños podía hacerlo sin censura, el que quería vivir solo, en un tipi apartado, recibiendo a otros hombres durante la noche,
lo hacía sin problema.
El berdaje que quisiera vestirse de mujer y cuidar de los niños podía hacerlo sin censura, el que quería vivir solo, en un tipi apartado, recibiendo a otros hombres durante la noche,
lo hacía sin problema.
El berdaje masculino al estar con otro hombre se conectaba con lo más femenino de su ser
y decubría al hermoso guerrero que llevaba dentro accediendo a un gran poder
reconocido socialmente.
Luego llegó el rostro pálido con sus pantalones...pero ésa es otra historia.
Dibujos © Nan de Bil