martes, 16 de agosto de 2011

Oliver


En el carrusel imparable de la moda me gusta apearme de vez en cuando y volver a revisar lo que los profetas del diseño predijeron para el verano 2011, es decir: el hoy y ahora.
Todos los libros de autoayuda aconsejan no vivir constantemente pensando en el futuro y yo siempre que puedo me autoayudo.


Y es así como descubro en varias colecciones masculinas un estilo que me lleva a pensar en Oliver Twist, el tierno y desgraciado personaje de Charles Dickens.
Recordemos: Oliver se queda huérfano y para sobrevivir se escapa a la gran ciudad, ese Londres del S.XIX que recibe las grandes migraciones de los habitantes del campo.
En el que el trabajo escasea y prolifera una delincuencia que sobre todo consiste en hurtos pequeños y asaltos a la propiedad privada.
Es un Londres victoriano y sórdido, con un clima frío, oscuro y lluvioso, en cuyas húmedas y sucias callejuelas sobreviven bandas de malhechores y prostitutas.
A ese mundo del hampa va a parar Oliver, pero tranquilos, tras muchas penurias heredará una fortuna y será adoptado por un buen hombre.


En estas propuestas veo ese aire de golfillo descarado, que para creerse más mayor se pone una americana y un bombín olvidando que lleva pantalones cortos, la cabeza siempre cubierta por la que pueda caer... si es necesario sale en calzoncillo largo, le pone un pantalón corto por encima y encandila a l@s niñ@s del callejón, lo importante de la ropa es que te permita escapar corriendo si las cosas se ponen feas, y cuando no hay ningún turbio asunto a la vista algo saldrá en los docks si lleva su atuendo marinero.
Y el colorido es el de la ciudad, para camuflarse: gris topo, blanco sucio, azul petróleo y negro, por supuesto!

Dibujos © Nan de Bil

Todo ese mundo de Oliver Twist lo veo, pasado por el filtro del tiempo, en los tristes acontecimientos de los días pasados en ese mismo y tan distinto Londres.

"Era el mejor de los tiempos y era el peor de los tiempos; la época de la sabiduría y la época de la tontería..."
Historia de dos ciudades
Charles Dickens

6 comentarios:

  1. Pues sí, es cierto, tiene un aire muy atemporal éste retrato de Oliver que nos cuentas, desgraciadamente.

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  2. No sólo el mundo de la moda es un carrusel, sino el mundo en general, todo va y viene, lo malo pero lo bueno también!

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  3. Ya lo cantó Nicoletta:
    Oui ma vie c'est un manège
    Toutes choses passent, vont et reviennent.

    Ay, mi London.

    Un abrazo

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  4. C'est comme ça, Uno, como decían Les Rita Mitsouko con varios lalala detrás. Me pongo a buscar ipso facto información sobre Nicoletta, de la que no sé nada.
    Bisou

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  5. si hay algo que no soporto es ver crios en una pasarela masculina, últimamente casi ningún modelo supera los 18 años. Yo quiero ver hombres vestidos como hombres. No adolescentes con caras de yonkis y escuálidos.

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  6. Ay Cal, como ha confirmado Su Santi estos días en Madrí: la juventud es la nueva religión.

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